Pásate a la acción

Es hora de hacer una llamada de atención a las compañías de electricidad y pasar a la acción, y la mejor forma de hacerlo es transmitiendo como consumidores nuestro mensaje: no queremos consumir energía nuclear y si tú me vendes energía nuclear, dejaré de ser cliente tuyo. Esperamos de este modo que cuando las suministradoras vean una caída considerable de sus ingresos, abandonarán a su vez la energía nuclear. 

¡Únete a nuestra acción!

Os proponemos distintos niveles de acciones, que asimismo requieren distintos niveles de compromiso.


Nivel 1: Reduce tu consumo durante un día


De este modo tomarás conciencia de lo necesaria que es la energía en tu vida cotidiana y de la importancia de su  ahorro (no hay más que imaginar qué ocurre cuando se va la luz en casa…..). Pon en marcha medidas de ahorro como las indicadas aquí:
  • Empieza por apagar las luces que no necesitas en las habitaciones ó durante el día y acostúmbrate a aprovechar siempre la iluminación natural.
  • Asegúrate de no dejar en los enchufes cargadores de móvil, ordenador, tablet, camaras, etc..
  • Aprovecha el calor del horno o el de la vitrocerámica para cocinar varias cosas a la vez, o una después de otra y apágalos un poco antes de lo necesario, para que los alimentos se acaben de cocinar con el calor residual. Utiliza tapaderas en los recipientes de cocción (se cocinan antes).
  • Utilizar el microondas en lugar del horno convencional supone un ahorro entre el 60 y el 70 % de energía y un ahorro considerable de tiempo.
  • Comprueba que las gomas de las puertas del frigorífico, están en buenas condiciones y hacen un buen cierre: evitarás pérdidas de frío. No pongas alimentos calientes dentro de la nevera, subirás la temperatura e impedirás que el resto de cosas se enfríen correctamente. Cuando descongeles hazlo pasando el alimento a la nevera en lugar de dejarlo fuera, de esta forma el aparato aprovecha el frío que desprende. La temperatura ideal de la nevera es de 3 a 5 grados. Enfriarla más implica un incremento del 5 % en el consumo de energía. Para el congelador, la temperatura ideal son los 15 grados bajo cero.
  • Lavar los platos a mano con agua caliente cuesta hasta un 60 % más caro que hacerlo con un lavaplatos moderno a plena carga. El lavavajillas es, no obstante, uno de los electrodomésticos que más energía consume. Evita los programas de alta temperatura porque el 90 % del consumo energético proviene del calentamiento del agua y sólo el 10 % del funcionamiento del motor. Utilízalo cuando esté completamente lleno, pero no lo sobrecargues ni superpongas piezas, y utiliza adecuadamente los programas.
  • En vez de utilizar el programa de secado del lavaplatos es mejor dejar la puerta abierta para que la vajilla se seque con el aire. Ahorrarás energía.
  • Acostúmbrate a utilizar la lavadora totalmente cargada. Reducirás el consumo de energía, de agua, de detergente y, además, alargarás la vida del aparato. Usa ciclos económicos y cortos, así como programas de agua fría. Una vez finalizado el lavado seca la ropa al sol y al aire; si no te es posible y tienes que utilizar una secadora, es mejor que centrifugues a alta velocidad (un centrifugado a 1.200 revoluciones por minuto en lugar de 700 reduce en un 20 % el consumo posterior de la secadora). Las lavadoras de carga frontal gastan generalmente menos energía y agua que las de carga superior.
  • Si tienes calefacción, reduce la temperatura en las habitaciones de la casa menos utilizadas. Para ventilar una estancia sólo son necesarios 10 minutos, hazlo a mediodía si hace mucho frío. Limpia los radiadores con frecuencia; la suciedad impide que el calor fluya. No cubras los radiadores con muebles o elementos decorativos porque desaprovechan el calor que se genera. Si la calefacción es colectiva y nos parece exagerada, conviene cerrar los radiadores, pero nunca abrir las ventanas. Programa una temperatura adecuada en los termostatos (23 ºC. son más que suficientes). En invierno, si tienes una casa soleada, aprovecha la insolación a través de las ventanas, te aportarán calor extra. En verano baja un poco las persianas para reducir la exposición al sol por las ventanas.
  • Si tienes aire acondicionado procura no bajar de los 25 ºC. y apágalo unos 30 minutos antes de salir de casa. El frío residual será más que suficiente y tu cuerpo empezará a adaptarse a la temperatura exterior, evitando resfriados.
  • Utiliza los aparatos sólo cuando los necesites. Por lo general lo de que un aparato gasta más al ponerlo en marcha que dejándolo encendido constantemente aunque a menor potencia (el ejemplo clásico sería la calefacción) si no tienes un aislamiento térmico efectivo en la vivienda, es una leyenda urbana.

Como ves, ahorrar energía no es misión imposible. ¿Y si extiendes estas medidas a los 364 días restantes del año?. 


Nivel 2: Reduce tu consumo de forma permanente. 


Un paso más, haz un consumo más responsable y eficiente de los recursos. Te proponemos los siguientes consejos para reducir tu consumo de energía:
  • Elimina el stand by. Utiliza regletas para apagar completamente los aparatos que no puedan apagarse del todo por sí mismos. (TV, DVD, ordenador, router, etc..).
  • Instala reductores de presión en los grifos de la vivienda. Puedes reducir el consumo de agua entre un 25 % y un 50 %, tanto de agua fría como de agua caliente.
  • Sustituye la iluminación incandescente por lámparas de LED o de bajo consumo (mejor LED que no tienen mercurio), recomendable que sean de calidad y sin obsolescencia programada. (http://www.iwop.es/)
  • Sustituye la placa vitrocerámica por una de inducción. Conseguirás una reducción en el consumo de energía, de emisiones de CO2 y económico de cerca del 20 %.
  • Aisla la envolvente de la vivienda: paredes, suelo y techos. El consumo de calefacción representa la parte más importante del consumo energético de una vivienda, por lo que es recomendable aislar tanto los muros como la cubierta.
En función de las características y presupuesto puedes optar por distintas alternativas: rellenado de la cámara de aire (si la hubiera), aislamiento por el interior, o aislamiento por el exterior (sin duda la mejor opción).
Puedes reducir entre un 40 y un 60 % del consumo de calefacción.
  • Presta especial atención a las infiltraciones de aire que se producen a través de  puertas, cajas de persianas y ventanas que no cierren bien.
Instalando burletes en los marcos de las ventanas y en la parte inferior de las puertas, especialmente en la de acceso a la vivienda, sellando de las rendijas mediante la aplicación de productos específicos conseguirás un ahorro de energía del 5 % de la calefacción y además mejorarás el confort térmico de la vivienda.
  • Sustituye ventanas poco eficientes (de vidrio simple y/o que no cierren) por otras más eficientes de doble vidrio y con marcos de aluminio con rotura de puente térmico. Puedes reducir hasta un 10 % del consumo de calefacción.
  • Coloca paneles adhesivos reflectantes en las paredes detrás de los radiadores, evitarás pérdidas por radiación de las que normalmente se aprovecha el vecino.
  • Cambiar la caldera si es antigua, por calderas estancas de bajo NOx ó de condensación, y equipos de aire acondicionado tipo inverter, reducirán considerablemente nuestro gasto energético.
  • Siempre que sea posible, utiliza programas cortos de lavado en frío en la lavadora.
  • Si tus aparatos no pueden programarse puedes comprar programadores en ferreterías o grandes superficies especializadas para controlar su consumo (por ej. en termos de agua caliente).
  • Sustituye tu nevera por un frigorífico eficiente (los electrodomésticos con etiqueta energética de la clase A son los más eficientes y los de clase G, los menos). La instalación del frigorífico y del congelador es fundamental. Mantener limpia la parte de atrás, facilitar su ventilación y colocarlos en zonas alejadas de fuentes de calor (horno o cocina) puede suponer un ahorro de hasta el 15 % de la energía consumida. El hielo y la escarcha son aislantes y dificultan el enfriamiento en el interior del frigorífico. Descongela antes de que la capa de hielo alcance los 3 mm. de espesor: podrás conseguir ahorros de hasta el 30 %. Existen modelos llamados “no frost”, que tienen una circulación continua de aire en el interior que evita la formación de hielo. Sin embargo, utilizan mucha energía para el descongelado automático.
  • Si vas a comprar un electrodoméstico nuevo apuesta por la clase energética más elevada posible. Puede ser una inversión un poco mayor ahora, pero la amortizarás rápidamente.
  • Revisa tu contrato eléctrico. Comprueba que la potencia contratada es adecuada a tu consumo y no es superior a lo que realmente necesitas y verifica también que la tarifa es la correcta a tus hábitos de consumo. Y recuerda, si te ofrecen algún tipo de descuento, pide todas las condiciones por escrito, estúdialas con calma y fíjate bien en la letra pequeña, a veces llevan incluidos servicios adicionales que no necesitamos y que anulan el presunto beneficio del descuento.

Con el paso del tiempo te sorprenderás de cómo se reduce tu consumo energético.


Nivel 3: Cámbiate a una comercializadora 100 % renovable. 


Te proponemos que cambies a una compañía eléctrica 100 % renovable, no consumas más energía nuclear.

Cambiar de comercializadora de electricidad es muy sencillo:

Se trata de un simple trámite administrativo, del que se encargan las compañías, tú no tienes que hacer nada y no habrá ningún cambio físico en tu domicilio. Sin embargo este pequeño gesto es más importante de lo que parece, porque  transmite un mensaje fundamental y es la voluntad del consumidor. De esta manera decimos y decidimos qué energía queremos consumir y qué energía rechazamos.

Hasta este momento consumíamos lo que nos ofrecían las grandes compañías porque no teníamos otra opción  y siempre resultaba ser lo más rentable económicamente para ellas, con lo que más beneficio obtenían. Nosotros ahora como consumidores tenemos la oportunidad de cambiar esto de manera rotunda con un simple gesto: cambiando de comercializadora.
Dentro de las comercializadoras de electricidad 100 % renovable están:


  • Próxima Energía (900 81 88 52)


 Nivel 4: Produce tu propia energía


Puedes instalar en tu vivienda instalaciones que, a partir de fuentes renovables, produzcan partes de las necesidades energéticas de tu vivienda.

Tecnología hay muchas, elige la mejor se adapte a tus necesidades:

  • Instalaciones fotovoltaicas. Con una pequeña planta fotovoltaica puedes producir parte de la energía eléctrica que necesita tu vivienda. El autoconsumo en España, aún con una normativa que es muy mejorable, ya es legal, y posible!.

  • Instalaciones minieólicas. Al igual que las instalaciones fotovoltaicas producen corriente eléctrica. También existen instalaciones combinadas fotovoltaica+minieólica.

  • Instalaciones solares térmicas. La energía del sol no sólo nos permite generar electricidad, también generar calor que podemos aprovechar y reducir de este modo el consumo de gas, gasoil o butano de la vivienda. Existen dos tecnologías:

    • Instalación solar térmica de termosifón. Producen el 100 % de las necesidades de Agua Caliente Sanitaria (ACS) de una vivienda.  

    • Instalación solar térmica con tubos de vacío. Atiende el 100 % de las necesidades de Agua Caliente Sanitaria (ACS) de la vivienda y gran parte de las necesidades de Calefacción. Son especialmente indicados en climas frías, ya que la captación de energía solar es mayor que un equipo termosifón.

  • Calderas ó hidroestufas de biomasa. Si te estás planteando sustituir tu caldera de gasoil o gas natural una buena opción es apostar por la biomasa.   

    • Calderas. Son equipos muy compactos.
Recuerda que para la instalación de la caldera de biomasa será preciso disponer de una sala de calderas que aloje tanto la propia caldera como el depósito de inercia y el intercambiador de agua caliente sanitaria, así como un silo contiguo para el almacenamiento de la biomasa.

    • Hidroestufas. La hidroestufa es una estufa de pellets que puede conectarse a los radiadores de la vivienda, utilizarse con suelo radiante y, con los componentes necesarios, producir también producir el Agua Caliente Sanitaria (ACS). Muchos modelos de hidroestufas son programables y se puede regular su potencia. El depósito de pellets viene incorporado en la misma estufa, con una capacidad media de unos 20-60 kg de pellets.

Puedes encontrar empresas de energías renovables que te asesoren sobre el tipo de instalación que mejor se adapta a tus necesidades y acompañarte durante el diseño e instalación del equipamiento en el directorio que ofrece el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE).

¿Y si no puedo tener en mi vivienda una instalación renovable?

Si no puedes tener una instalación en tu propia casa te invitamos a participar en proyectos de generación compartida de energía. Algunos de ellos son:
  • Ecooo. Con Ecooo podrás participar a partir de 100 € en una planta fotovoltaica comunitaria que generará energía renovable y producirá beneficios ambientales y económicos durante toda la vida del proyecto. En sus 10 años de existencia ya ha socializado más de 60 plantas fotovoltaicas, produciendo más de 4.000.000 kWh y dejando de emitir 4000 toneladas de CO2 a la atmósfera.
  • #GenerationkWh. Proyecto de Som Energía que permite poner en marcha nuevos proyectos de energías renovables de diversas tecnologías como la fotovoltaica, la eólica y la minihidráulica. Con él no sólo los socios de Som Energía se autoproducirán colectivamente su propia energía, sino que además la obtendrán a precio de coste durante toda la vida del proyecto, con el consiguiente ahorro en la factura eléctrica. Puedes participar desde 100 €.
  • Viure de l’aire del Cel. Con este nombre tan sugerente, “Vivir del aire del cielo” se enmarca este proyecto colectivo que ya se encuentra en la fase final y que instalará el primer aerogenerador de titularidad compartida de España.
  • Barrizar. Cooperativa de servicios energéticos que promueve proyectos locales en Euskadi en los que, aplicando medidas de ahorro y eficiencia energética, sustituyendo antiguas calderas por otras de biomasa y aplicando la solar en sus proyectos consiguen reducir de forma importante el consumo energético.